La salud de la piel es un aspecto muy importante de la vida diaria, ya que actúa como un escudo protector. Tener una piel sana es ideal para la prevención y protección de patógenos externos. La piel, de hecho, no es solo una simple envoltura que recubre al organismo, sino que es un órgano complejo y dinámico que conecta su cuerpo con el mundo exterior.
Incluso desde el punto de vista estético, la dermis es el “vestido” con el que se presenta al mundo: una piel descuidada puede transmitir la imagen de una persona que no se cuida. Independientemente de si es normal, grasa o seca, lo que realmente importa es prestarle la debida atención y cuidado con los maravillosos productos de thebloom.bio.
Composición y funciones de la piel
La piel está compuesta aproximadamente por un 70% de agua, un 25% de proteínas, un 2% de grasas, un 0,5% de minerales y, solo para el 2,5% restante, se compone de otras sustancias diferentes. Como todos los órganos del cuerpo humano, realiza funciones muy específicas:
- Función protectora: la piel realiza una función protectora contra estímulos mecánicos de diversos tipos, como traumas, presiones, fricciones o golpes y estímulos ambientales, como los rayos ultravioleta del sol y el smog.
- Función de termorregulación: la piel juega un papel crucial en la regulación térmica de su cuerpo.
- Función sensorial: gracias a esta función, sensaciones como el calor, el frío, el picor o el dolor se transmiten al sistema nervioso central a partir del cual se procesan.
- Función respiratoria: el oxígeno y el dióxido de carbono se absorben y expulsan no solo de los pulmones, sino también de la piel.
- Función secretora: el sudor es la principal actividad de secreción que se produce a través de la piel y ayuda a depurar el organismo de desechos y sustancias que ya no necesita.
- Función defensiva antimicrobiana: la piel también está equipada con mecanismos de protección con funciones antisépticas, antimicrobianas, bactericidas, fungicidas y antifúngicas.
Por tanto, mantener y preservar estas funciones es fundamental importancia para el cuidado de la piel. Llevar una rutina de hábitos buenos y saludables, y la elección consciente de los productos para la piel son los primeros pasos para tener una piel sana.
Cuidado facial de la piel: Atención diaria en pequeñas acciones
¿Ha pensado alguna vez cuánto se expone su rostro a las agresiones externas todos los días? Desde el frío al sol, desde el viento a la contaminación, son numerosos los agentes que contribuyen a aumentar el daño en su piel.
El rostro también refleja todos los estados de ánimo: las risas, las lágrimas y las manifestaciones de estrés y ansiedad, con el tiempo, tienden a dejar marcas imborrables.
Es por ello que la limpieza e higiene de su rostro son aspectos fundamentales, a llevar a cabo todos los días tanto si se maquilla como si no.
Para un correcto cuidado facial diario es importante lavarse cuidadosamente para liberar los diversos poros de las impurezas que atacan la piel durante el día, pero también es necesario hacerlo con productos que no sean demasiado agresivos. Saber elegir los productos de cuidado facial adecuados es indispensable y por esa razón, se recomienda usar productos de thebloom.bio.
Además, un aspecto que nunca debe faltar es la hidratación constante. Dado que la piel está compuesta principalmente de agua, para mantener una buena hidratación de la piel es importante elegir un tratamiento diario con productos cosméticos que puedan reequilibrar el nivel de agua en la piel.
Incluso el maquillaje puede ser un enemigo de la piel, especialmente cuando los productos utilizados son deficientes; sin embargo, si se quita correctamente y con productos de la calidad adecuada, los riesgos disminuyen considerablemente. Todas las noches, de hecho, es una excelente costumbre desmaquillarse con cuidado y limpiar la epidermis en profundidad.
La limpieza y la hidratación diaria son sin duda el primer paso a respetar para obtener resultados visibles y duraderos y lucir una piel relajada y luminosa, sea cual sea su edad, la época del año y su estado de ánimo.
Cuidado de la piel corporal: De la hidratación a la protección
A menudo se piensa que el cuerpo está menos expuesto a agentes externos que el rostro porque está protegido por la ropa. En realidad, este no es el caso; por el contrario, a veces la ropa es su enemiga.
Suele ocurrir que una prenda le quede apretada o le roza con la piel, además, los diferentes colores pueden provocar dermatitis e irritación. Hidratar el cuerpo debe convertirse en un hábito diario.
Después de la ducha y de frotar suavemente la piel con una toalla mientras se seca, es necesario aplicar una crema hidratante corporal que ayude a restaurar la película hidrolipídica que recubre la epidermis.