En la cotidianidad de la vida, las rutinas y los excesos, se descuida la máquina que realmente permite hacer todo lo que se planifica a diario, el cuerpo humano. El cual es propicio mantenerlo sano y con sus órganos en correcto funcionamiento, ya que si un solo órgano por pequeño que parezca es afectado, impacta al resto.
Los órganos más vulnerables a sufrir daño por descuido son el corazón, el estómago, el hígado y los riñones. Si bien todos están bien relacionados, hay algo que tienen muy en común y es que la manera de alimentación los influye tanto de manera positiva o negativa.
Los excesos de grasas, alimentos ácidos, falta de fibra, de vitaminas, falta de consumo de grasas naturales, excesos en la sal o los azúcares refinados. Así como la falta de practicar ejercicio regularmente y mantener una vida llena de estrés, son algunas de las causas para los padecimientos principales en un organismo que originalmente era sano.
Los excesos no son buenos
Si bien se sabe que por la velocidad de las rutinas, se busca alimentarse de la manera más rápida y eficiente, muchas personas incluyen en sus dietas comidas procesadas pre-cocidas, o enlatadas.
Otras personas con la necesidad de darse esos gustos que no están mal de vez en cuando, incurren en la ingesta frecuente de alimentos altos en grasas como la comida rápida, las frituras y los snacks que se consiguen en los supermercados.
Sin embargo, aunque todo puede ser tentador y sabroso al momento, las consecuencias de estos excesos se reflejan en las enfermedades que poco a poco van apareciendo. Y cuando consultan al especialista, lo primero que receta es una dieta balanceada.
La función del hígado en el organismo
Como órgano esencial en procesos de purificación de la sangre, transformar los alimentos en energía, eliminar sustancias tóxicas del cuerpo, producir la famosa bilis que ayuda a proteger al estómago; el hígado ese todo terreno que cumple sus funciones ayudando incluso a otros órganos, para que estos también cumplan las suyas eficazmente.
Si el hígado no trabaja correctamente, entonces el corazón quedaría afectado por sangre no purificada, el estómago trabajaría más tratando de procesar los alimentos e incluso los riñones tendrían problemas para eliminar los desechos del organismo.
Es de suma importancia mantener el hígado trabajando en óptimas condiciones para evitar todas las posibles dificultades en todos los demás órganos asociados. Pero cuáles son los alimentos más dañinos para el hígado:
- Alimentos altos en sodio como la comida rápida.
- Alimentos altos en colesterol como las carnes rojas.
- Bebidas alcohólicas en exceso pueden ocasionar que el hígado tenga una falla grande, generando enfermedades como la cirrosis.
- Medicamentos como antibióticos, antiinflamatorios o calmantes, si bien mejoran alguna patología, su ingesta no controlada afectan al hígado.
Dentro de las enfermedades más comunes que causan estos alimentos se encuentran el hígado graso, generalmente es muy discreta, pero hay algunos indicios leves que pueden alertar, como ojos y piel amarillenta, falta de apetito, cambios en la coloración de las heces y la orina.
La cirrosis es otra condición muy común dentro de las enfermedades que afectan a este órgano. Lamentablemente para ninguno de estas patologías hay cura, solo tratamientos que pueden tratar de sobrellevar los malestares.
Cuida tu hígado con Silimarina
Para mejorar las condiciones en que trabaja el hígado, es necesario incentivar una mejor digestión. Los alimentos ricos en fibras, y en grasas naturales, como los aguacates o los frutos secos son recomendables para esto.
Además es imperativa la ingesta de alimentos que estimulen la secreción de bilis, es decir, que tengan efectos coleréticos y también ayuden a digerir. Entre estos se consiguen las berenjenas, alcachofas, rábanos, entre otros, son vegetales con un sabor amargo.
Otra recomendación que ayudará a todos los demás órganos es el consumo de la semilla de cardo mariano, la cual ha ganado su fama por el alto nivel de Silimarina que contiene, un potente antioxidante y antiinflamatorio que depura el organismo y el hígado principalmente, ya que este es un antioxidante efectivo, eliminador de grasas que mejora la digestión. Así como también ayuda a activar el organismo cuando se toma en ayunas actuando con un efecto Detox para sacar todo lo toxico del cuerpo.
Pequeños cambios en la manera de comer, y en las rutinas diarias con respecto al ejercicio y una dieta balanceada sin duda afectarán positivamente todo el cuerpo. Así es como todos los órganos que trabajan en conjunto mantendrán la salud del organismo por más tiempo.