Todas las acciones que se tomen para llevar una vida sana son pocas comparadas con el gran abanico de enfermedades que día a día nuestro organismo tiene que enfrentar. El sistema inmunológico de las personas es esencial para sobrevivir en un mundo lleno de virus y bacterias potencialmente peligrosas, que pueden llevar fácilmente a un deterioro grave, que pone en riesgo la vida.
El sistema inmune es la defensa del cuerpo contra agentes contaminantes, este puede atacar y eliminar organismos y sustancias que invaden el cuerpo y producen las enfermedades.
Para que esto suceda el sistema inmunológico debe estar fortalecido previamente a través de unos hábitos saludables de alimentación e higiene. Muchas veces también hay que recurrir a tratamiento médico para ayudarlo a cumplir con su función. El papiloxyl en este caso es un suplemento alimenticio que contiene nutrientes para reforzar y estimular el sistema inmune, para proteger las células ante los daños oxidativos.
Entre sus componentes se cuenta con los Lactobacillus que contribuyen a la modulación y refuerzo del sistema inmune para mejorar o eliminar enfermedades virales e infecciosas. Entre estas enfermedades se encuentra el virus de papiloma humano o VPH.
¿Qué es el virus del papiloma humano?
El virus del papiloma humano es una infección muy común de transmisión sexual, que muchas veces pasa desapercibido sin causar ningún daño en el organismo, pero otras veces puede permanecer mucho tiempo y se convierte en una infección crónica que se manifiesta con el paso del tiempo a través de daños severos como el cáncer de cuello uterino, cáncer vaginal, cáncer de pene y muchos otros.
El VPH representa una amenaza para la salud, puesto que es el principal responsable del cáncer de cuello uterino, que es una de las primeras causas de muerte en la población femenina.
El cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres causado por el virus del papiloma humano VPH. Este virus se contagia a través del contacto sexual, la mayoría de las veces este desaparece de forma natural gracias a la acción del sistema inmunológico. Este tipo de cáncer conocido también como cáncer cervical, se puede prevenir mediante la detección temprana, el tratamiento oportuno o vacunándose contra el virus del papiloma humano.
Síntomas del cáncer de cuello uterino
Posiblemente en un principio el cáncer de cuello uterino no presenta ningún síntoma, lo que lo convierte en una enfermedad de alto riesgo, más tarde la mujer puede sentir dolor en la pelvis, o parte inferior del abdomen, sangrado vaginal y molestias durante la relación sexual, lo que indica que debes acudir inmediatamente al médico para una revisión exhaustiva.
¿Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino?
Entre las pruebas para diagnosticar este tipo de afecciones se encuentra la citología vaginal o Papanicolaou. Estos no detectan el cáncer inmediatamente, pero sí indican cualquier inflamación o anomalías en las células para tratarlas antes de que se conviertan en cáncer, es recomendable practicarse anualmente pruebas de citología, más aún cuando eres una persona sexualmente activa. Las visitas frecuentes al ginecólogo pueden ayudar a prevenir muchas enfermedades leves del aparato reproductor de la mujer que con el tiempo son irreversible y pueden causar la muerte.
La práctica de hábitos de higiene saludable son vitales, ya que constantemente el organismo está expuesto a una cantidad de microorganismos que se encuentran en el ambiente y que muchas veces agravan la salud.
Factores de riesgo de las enfermedades de transmisión sexual
Entre los principales factores de riesgo para las enfermedades de trasmisión sexual tenemos, el tiempo de permanencia de la enfermedad, la edad de inicio de la vida sexual, relaciones sexuales sin protección, tener varias parejas, relaciones con personas infestadas, prácticas sexuales diversas.
La falta de conocimiento de las diferentes enfermedades de transmisión sexual y sus consecuencias y la falta de una cultura de prevención, son determinantes para disminuir el crecimiento de personas infestadas por enfermedades de transmisión sexual. Las enfermedades de trasmisión sexual durante el embarazo también pueden causar: aborto natural, embarazo ectópico, parto prematuros, bajo peso al nacer y otras consecuencias si no se cuenta con la orientación e intervención médica.